Divino Rostro
de Jesús
Sacramentado
Muestro mi Rostro como remedio saludable para el pobre pecador
Muestro mi Rostro como remedio saludable para el pobre pecador
En noviembre del año 2021, Jesús Eternamente Joven se presentó a su instrumento mostrando la imagen de su Divino Rostro en el Santísimo Sacramento, el cual podía ver resplandeciendo y circundado de nubes. Nuestro Señor le solicita mandar a realizar una pintura conforme a lo que Él le mostraba.
La Sagrada Imagen se realizó atendiendo las instrucciones recibidas y una vez finalizada, el 07 de diciembre de 2021, Nuestro Señor comunica a través de un mensaje, su agrado por la imagen pintada y manifiesta su deseo de ser honrado y consolado como “Divino Rostro de Jesús Sacramentado”.
Jesucristo presente en el Santísimo Sacramento, es el Corazón palpitante de la vida de la Iglesia y nos invita a profundizar en la reparación y desagravio.
Posteriormente, Nuestro Señor dicta a su instrumento la oración dirigida a Dios Padre por los méritos de su Divino Rostro, así como la Coronilla y Letanías. De igual forma, la Santísima Virgen, dicta e instruye cómo hacer el Oficio de Amor, señalando que se unirá en oración acompañando a los que realicen el oficio para honrar a su Divino Hijo.
Estas oraciones forman parte de la Devoción al Divino Rostro de Jesús Sacramentado.
En noviembre del año 2021, Jesús Eternamente Joven se presentó a su instrumento mostrando la imagen de su Divino Rostro en el Santísimo Sacramento, el cual podía ver resplandeciendo y circundado de nubes. Nuestro Señor le solicita mandar a realizar una pintura conforme a lo que Él le mostraba.
La Sagrada Imagen se realizó atendiendo las instrucciones recibidas y una vez finalizada, el 07 de diciembre de 2021, Nuestro Señor comunica a través de un mensaje, su agrado por la imagen pintada y manifiesta su deseo de ser honrado y consolado como “Divino Rostro de Jesús Sacramentado”.
Jesucristo presente en el Santísimo Sacramento, es el Corazón palpitante de la vida de la Iglesia y nos invita a profundizar en la reparación y desagravio.
Posteriormente, Nuestro Señor dicta a su instrumento la oración dirigida a Dios Padre por los méritos de su Divino Rostro, así como la Coronilla y Letanías. De igual forma, la Santísima Virgen, dicta e instruye cómo hacer el Oficio de Amor, señalando que se unirá en oración acompañando a los que realicen el oficio para honrar a su Divino Hijo.
Estas oraciones forman parte de la Devoción al Divino Rostro de Jesús Sacramentado.
"He impreso mi Rostro y desde aquí les miro..."
"He impreso mi Rostro y desde aquí les miro..."
«Amado Apóstol de mi amor y mi misericordia, me dirijo a ti en este martes, previo a la celebración en honor a mi Madre la Inmaculada Concepción, para expresar mi agrado por la imagen pintada en mi honor, tal como te indiqué.
Esta, mi imagen, se llamará “Divino Rostro de Jesús Sacramentado”, así quiero darme a conocer, que así sea propagada esta devoción, que doy como ancla de salvación en estos tiempos de tribulación.
He aquí, que muestro mi Rostro como remedio saludable para el pobre pecador y como manifestación visible de mi amor y misericordia, porque me he quedado en el Santísimo Sacramento acompañando a mi Iglesia, para donarme continuamente y desde allí iluminar a todas las almas.
Deseo que a esta devoción se le dedique de forma muy especial, los días martes de cada semana y que como gran festividad se me honre el día martes previo al inicio del tiempo de cuaresma.
Moveré continuamente a las almas que me contemplen en esta, mi imagen, convirtiendo sus corazones y disipando las tinieblas del pecado.
Dichoso el que me contempla y me consuela, ofreciendo continuamente reparación y desagravio a mi Divino Rostro presente en el Santísimo Sacramento.
Que esta, mi imagen, sea venerada con gran devoción y con profunda reverencia, porque aquí he impreso mi Rostro y desde aquí les miro continuamente atrayéndolos hacia Mí.
Benditas sean las familias que me reciban y me coloquen en un lugar especial en sus hogares.
Quién contempla mi Rostro, me consuela y se une a mi dolorosa pasión.
Miren mi Rostro que está siendo herido y ofendido por las blasfemias.
Contemplen mi Preciosísima Sangre, que he derramado en la Cruz del Calvario, hasta la última gota por la redención de todas las almas.
Que la humanidad entienda que me he dado hasta el extremo, sin reservarme nada, porque deseo que el pecador se convierta y cambie de vida.
Yo soy Jesús Rey coronado de espinas, escuchen bien que vengo a reinar y a ordenar todas las cosas para ponerlas a los pies de mi Padre.
Quién viva para propagar la devoción de mi Divino Rostro, atesorará grandes méritos en el Cielo.
Quién contemple mi imagen, será sanado y liberado según mi Santa Voluntad.
Ante mi Divino Rostro huirá el enemigo.
Que se repita con fe y amor esta jaculatoria:
Divino Rostro de Jesús Sacramentado, sálvanos.
Todo esto, dalo a conocer amado Apóstol de mi amor y misericordia».