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Cuadro María Santuario de Esperanza

Mensaje de María Santuario de Esperanza

Les saludo queridos y amados hijos, abran sus corazón a Dios y no dejen de orar.

Pequeños, quiero hablarles de la sencillez y la humildad que siempre deben habitar en el corazón de los hijos de Dios, el Señor en su infinita bondad manifiesta su Amor y su Infinita Misericordia a sus hijos, ninguno se escapa de los detalles de amor que Dios tiene para con cada uno, día a día.

Hijos, valoren y aprecien los detalles de Dios y nunca pierdan el santo asombro, recogidos en Dios ante sus maravillas. ¡Que pena las almas que dejan de ser agradecidas ante cada detalle de Dios y toman las cosas sintiéndose merecedoras!. Que dolor causa a mi Corazón cuando hay hijos que estando en los caminos del Señor, se convierten en sepulcros blanqueados, vacíos por dentro y aparentando en el exterior rectitud y santidad, son almas tibias que no viven la coherencia del Evangelio.

Estas almas viven de los sensacionalismos y de las apariencias, quieren estar en todos los lugares y signos buscando manifestaciones, pero al final, no viven ni interiorizan nada, estas almas están vacías, se sienten muy seguras de sí y su ego orgulloso no les deja ver la verdad, se sienten muy superiores y conocedoras de los secretos profundos de Dios y son prontas a juzgar fácilmente llevadas por las apariencias, viven mucho del “qué dirán” y se afanan por presentarse sin errores delante de los hombres, estas almas son presas fáciles del enemigo y les engaña cubriéndose de falso ángel de luz.

!Ay, cuando estas almas logren ver!, se lamentarán, porque se darán cuenta que han pasado la vida viviendo en el vacío, y entonces querrán reparar todo, pero será tarde.

Estas almas cometen pecado contra el Espíritu Santo, porque manipulan las cosas de Dios a su conveniencia y le dicen con sus actitudes al Santo Espíritu de Dios, como Él debe actuar. Que dolor causan estas almas a mi Corazón, tratan mal al sencillo porque solo les interesa los que tienen estatus social o al que posee alguna gracia divina. !Son profanadores de la casa de Dios!.

Hijos sean humildes y agradecidos, vivan como auténticos hijos de Dios, vivan con profunda gratitud y nunca se crean más que los demás, más bien sirvan y sean testimonios vivos del Evangelio. Tengan los mismos sentimientos de mi Hijo y Señor Jesús, vivan siendo dóciles al Espíritu Santo, valoren el Amor de Dios y su infinita Misericordia, oren mucho, oren con el corazón para que permanezcan fieles al Señor y así sean libres de las acechanzas del maligno enemigo.

Perseveren en la fe, vivan con coherencia la fe y trabajen por alcanzar el Reino de los Cielos.

Les doy mi bendición maternal, amorosa y protectora en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.