Mis muy amados hijos, la Fraternidad Misionera, es de gran consuelo y reparación para el Sagrado Corazón de mi Hijo y mi Inmaculado Corazón, todos cuanto corresponden al llamado, viviendo la Espiritualidad del Amor y la Misericordia de Dios se constituyen en bálsamo fresco para nuestros corazones.

Amada Fraternidad de mi Hijo y de mi Inmaculado Corazón, tengan muy presente los 25 de cada mes para orar de forma muy especial por la Iglesia, el Santo Padre, y por todos los sacerdotes. Por el aumento y perseverancia de las vocaciones sacerdotales, religiosas y de servicio. Así como también en reparación y desagravio al Sagrado Corazón de mi Hijo y a mi Inmaculado Corazón.

Recuerden también que deben realizar una vez por semana la jornada de oración Colmena de Santidad tal como lo he indicado. Todo esto es importante que se cumpla fielmente para formar parte de la Fraternidad Misionera de nuestros Corazones.

Mis pequeños, Dios Padre ha sido muy generoso, al instituir esta hermosa Misión en el mundo. El Estandarte de mi Hijo Jesús Eternamente Joven y mi estandarte como María Santuario de Esperanza se ha de propagar hasta los confines de la tierra, así como la Fraternidad Misionera de Jesús y María fruto de nuestras Advocaciones y llamados.

Les animo mis pequeños, perseveren siempre asistidos por el Espíritu Santo siendo testimonios vivos del Evangelio e hijos fieles de la Santa Iglesia.

Los amo mucho. Les doy mi bendición maternal, amorosa y protectora en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.