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Cuadro María Santuario de Esperanza

Mensaje de María Santuario de Esperanza

Los amo pequeños míos y los cubro con mi manto maternal. Hijitos oren con fe y perseverancia, pidan en oración por la conversión de todos los hombres, miren pequeños que hay almas que se pierden porque no hay quien ore por ellas. El ser humano vive agitado, olvidando las virtudes, el corazón se va enfriando causando un ateísmo práctico, todo esto como consecuencia del pecado.

Se valora muy poco el Sacramento de la Confesión, eso me duele tanto. Pequeñitos el Sacramento de la Confesión es tan grande y eficaz. He allí que Jesús los espera para escucharlos, para sanar en sus almas las heridas causadas por el pecado, Jesús los perdona por medio de cada sacerdote, es Jesús mismo presente en este hermoso Sacramento de la Reconciliación. ¡Oh hijos míos!, si tan solo por un momento reflexionaran sobre este hermoso Sacramento, irían de prisa al confesionario para descansar en mi Hijo Jesús que los perdona verdaderamente y los invita a caminar en el bien.

La reconciliación mis pequeños, tiene efectos hermosos en el corazón de mis hijos, pues cuando confiesan sus pecados Jesús los colma de su perdón y de su gracia para que sean verdaderamente felices, con una felicidad que no se acaba, pues no es la felicidad tan débil y frágil que ofrece el mundo.

Cuántas batallas son ganadas para las almas desde el confesionario, pues cuando mi Hijo los perdona se enciende una luz tan grande en sus almas, que hacen huir a los demonios que los puedan estar atormentando. Por eso pequeños míos los invito a que valoren tan hermoso regalo, los invito a prepararse con un buen examen de conciencia, y con fe y abandono recurran a Jesús que los espera para borrar sus rebeliones.

Hablen de este hermoso Sacramento, prediquen al mundo entero de este hermoso don. La reconciliación les concede estar en gracia. Hablen a mis hijos de este maravilloso regalo y oren por aquellos que reniegan del Sacramento de la Reconciliación llevándolo a un mero plano humano. Oren por los que se distancian de la fe, pidan para que vuelvan a casa.

Les bendigo con mi bendición maternal, amorosa y protectora, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.