Paz a ustedes ovejas de mi redil, mi Corazón Eternamente Joven les bendice de una manera muy especial, vengan confiadamente pequeño rebaño y tomen de las fuentes de mi amor y misericordia que brotan de mi Corazón, esta es la regla de vida que quiero que vivan: mi amor y misericordia, tal como lo he dejado plasmado en el Santo Evangelio. 

Deseo ardientemente que veneren con gran amor el estandarte de mi Madre como Santuario de Esperanza y también el estandarte que les he dado como Jesús Eternamente Joven, pues deseo tanto que se me ame en el atributo de mi Divina y Eterna Juventud. En mi corazón las gracias están contenidas deseosas de darse sin límite a las almas que me amen y recurran a Mí en este hermoso estandarte.

Hoy Fraternidad Misionera, los confirmo en el llamado y los animo a continuar sin miedo y confiando siempre en mi Madre y en Mí, no desfallezcan pequeño rebaño, miren que por medio de ustedes mi Padre quiere hacer cosas grandes en el mundo, en estos tiempos difíciles en que la humanidad vive confundida.  

Rebaño mío, los invito a hacer frente al mal cumpliendo mis palabras y apartándose siempre del pecado, los invito a permanecer en mi amor y misericordia, si hacen lo que les digo, verán que seré fiel a las promesas que les he dicho a los que permanecen en mi.

Yo estoy con ustedes, de eso no tengan la menor duda, permanezcan siempre en mi amor y juntos trabajemos para sanar a la humanidad enferma. Luchen siempre, no den paso a la tristeza y al desánimo, miren que el enemigo espera esos momentos para atacarlos con fuerza, venzan siempre al mal a fuerza de bien. 

Me hacen muy feliz en estas fiestas aniversario de la visita de mi Madre y la Mia, celebren en grande este don tan maravilloso que se ha dado a la humanidad para estos tiempos, celebren unidos a Nuestros Corazones ya que es motivo grande para ustedes, porque es fiesta del llamado que el Padre, Yo y el Espíritu Santo les hemos hecho.

Así pues rebaño mío, ¡ánimo!. Los confirmo en la obra que mi Madre y Yo les hemos confiado, pidan con alegría las gracias que necesiten al Corazón Inmaculado de mi Madre y a mi Sagrado Corazón. 

Les bendigo en el nombre del Padre, del Hijo que soy y del Espíritu Santo. Amén.