“Querido y muy amado Apóstol de la Misericordia te saludo y te bendigo. Pequeño me has preguntado qué labor especifica debe hacer la Fraternidad Misionera de Jesús y María, para poder vivir el ideal de santidad que mi Hijo y yo les hemos hablado.

Ante todo pequeño hijo, deseo que la Fraternidad desde la espiritualidad del amor y la misericordia de Dios, realicen una jornada de oración, una vez por semana, una Colmena de Santidad, donde se ejerciten las virtudes. Esta colmena es prefiguración de mi Inmaculado Corazón. 

Mi Corazón es escuela de santidad y refugio de gracias donde las almas en comunión con la Santa Iglesia son formadas en la vida cristiana. Deseo conducir a las almas al Corazón amoroso y misericordioso de mi Hijo Jesús, que es Eternamente Joven.

Es así que, a esta Colmena de Santidad están invitadas todas las almas para que sean parte de mi ejército de paz, juntos libraremos la buena batalla por la salvación del genero humano, anunciando la Buena Nueva de Salvación. Todos los que conformen la Fraternidad Misionera, estarán unidos en el cuerpo místico de Cristo que es la Iglesia. 

Vigila y orienta pequeño hijo, a la Fraternidad para que mantengan siempre claro todo cuanto mi Hijo y yo te confiamos. 

Te bendigo con mi bendición maternal, amorosa y protectora en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen”.