Mensaje de Jesús Eternamente Joven
- 29 de Julio de 2020
Amado rebaño de mi Corazón, los llamo a cada uno por su nombre, todos están inscritos en las moradas de mi Corazón.
Contemplen mi Corazón y escuchen sus latidos, son continuos actos de amor para cada uno de ustedes.
Les llamo, escuchen mi voz, abran las puertas de sus vidas y síganme, al seguirme no miren atrás, solo fijen la mirada en Mí, no permitan que las cosas del mundo les aparte del centro de mi Corazón.
Hay almas que dicen seguirme solo con los labios pero sus corazones están lejos de Mí, porque me impiden obrar en ellas, son almas acomodadas que colocan como prioridad aquellas cosas que no son importantes y que son pasajeras.
Quién corresponda a la voz de mi llamada debe hacerlo en profunda confianza y dejar todas aquellas cosas que son los apegos que paralizan al alma.
Yo les llamo, conozco sus nombres, conozco sus fragilidades, tibiezas y pecados, los llamo porque veo en las almas la redención que les he alcanzado entregando mi vida, derramando hasta la última gota de mi sangre por la humanidad.
Simplemente deseo de ustedes la disponibilidad de corazón, abran las puertas, quiero morar en ustedes y así con mi amor y misericordia ir transformado aquello que necesita ser cambiado.
Les he invitado continuamente a que sean santos y esto es algo en el que deben ejercitarse cada día con paciencia y a paso firme. Yo puedo ver el esfuerzo que colocan cada día por agradarme y corresponderme, no puedo resistirme a las almas que se esfuerzan por agradarme a pesar de sus limitaciones, continuamente les doy mis gracias para que puedan seguir avanzando y superando así todas aquellas rebeliones que les apartan de Mí.
Mi Corazón Eternamente Joven, ardiendo de amor por cada uno de ustedes, está deseoso de conceder abundantes bendiciones a todas las almas, que con humildad verdadera vengan a tomar de los manantiales que brotan continuamente.
Al contemplar mi sagrada imagen tengan en cuenta que les miro y escucho todo lo que me dicen e incluso les escucho cuando simplemente permanecen sin expresar palabra alguna.
Ustedes que conocen las gracias que estoy derramado junto a mi Madre María Santuario de Esperanza, hagan conocer esta corriente de gracia para que muchos mas reciban de mi amor y misericordia, hoy el mundo está herido por el pecado, sean pues ustedes que corresponden a mi llamado, testimonios vivos, Evangelio viviente, porten la luz que he encendido en sus corazones y vayan iluminando la oscuridad de los corazones oscurecidos.
Hay muchas almas que necesitan de Mí, sean ustedes mis brazos extendidos para llegar a cada alma.
Les bendigo en el nombre del Padre, del Hijo que soy y del Espíritu Santo. Amén.