La paz esté con ustedes pequeño rebaño de mi Corazón. 

Los amo tanto pero ustedes aún no comprenden mi amor, me doy por entero a cada uno sin reserva y espero pacientemente, las llamas de amor arden continuamente en Mí, en cada momento les espero con los brazos abiertos, vengan pues mis amados, quiero transformar sus vidas desde mi amor que es misericordioso, entiendan que no excluyo a nadie, todos tienen acceso a mi amor y el corazón que está endurecido por el pecado será ablandado por Mí. 

Recuerden que soy el Divino Alfarero, déjense moldear por mis manos y transformaré sus miserias en virtudes, he venido por los que están enfermos y agobiados, he venido a darles la salud para que tengan vida y vida en abundancia. 

En la Cruz expresé plenamente el gran amor que les tengo y tomé sobre Mí los más crueles tormentos, por amor a las generaciones pasadas, presentes y futuras tomé la corona de espinas, los golpes, las laceraciones, los clavos, los insultos, la lanza y me ofrecí al Padre como víctima en expiación por los pecados del mundo.

Todos estos atroces sufrimientos de muerte ustedes debían pagarlos, producto de vivir de espalda a Dios, por el pecado que les había alejado de la casa del Padre, pero Yo en el gran amor que les tengo tomé todas estas afrentas, recibí sobre Mí todo el peso y pagué la deuda con mi propia sangre, mi sacrificio nuevo y eterno les sacó de las tinieblas y les trajo a la luz.

¡Oh rebaño mío!, contempla el gran amor que tengo por ti, no puedes escapar de mi amor, te busco constantemente, te envío en cada momento un continuo “te amo” que brota de mi Sagrado Corazón, recibe los detalles de amor que te envío.

Me duele tanto al ver que algunas almas pisotean las iniciativas de mi amor y se cierran, pues creen que estas flechas encendidas de amor son para otras personas y no para ellas, me ven continuamente como un juez que anhela solo lo que está perfecto, esto es un engaño vil del enemigo, pues el pecador más empedernido tiene acceso a mi amor y misericordia que lo transforma todo, porque de cierto les digo: que donde abundó el pecado sobreabundará la gracia.

Mi Padre y Padre de ustedes les ama con locura, Yo mismo soy una respuesta de su amor, no pongan mas excusas ¡déjense amar!. Los amo tal cual son y mi amor sacará de ustedes todo el pecado que les hiere y les roba la verdadera felicidad.

Entonces así, mis muy amados, embriagados en mi amor se esforzarán por corresponder continuamente a este Corazón que tanto les ama.

No pongan en duda ni por un poco, el amor y la misericordia tan grande que les tengo, dejen de vivir esclavizados al pecado y anímense en vivir a plenitud la gran dignidad de ser hijos de Dios.

Te envío a ti que lees y profundizas mis palabras un continuo y eterno “te amo”.

Les bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo que soy y del Espíritu Santo. Amén.