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Cuadro Jesús Eternamente Joven

Mensaje de Jesús Eternamente Joven

Amado rebaño, aquí estoy con mi Corazón desbordante de amor y misericordia, no desaprovechen los caudalosos manantiales que les doy. 

Me duele enormemente las almas que se cierran a mi gracia, no deseo la muerte del pobre pecador, deseo que viva.  Tengan en cuenta que estoy a la puerta de los corazones tocando, no violento a las almas, soy paciente, espero hasta que los corazones endurecidos se enmienden y me dejen morar en sus vidas.

Aprovechen este tiempo de gracia, miren que mi misericordia está disponible para que todas las almas beban de estos manantiales saludables. Sepan que quién no entra por la puerta de mi Misericordia, tendrá que pasar por la puerta de mi justicia. 

Contemplar a mi Madre Santísima y escuchar sus continuos ruegos, hace que aún los manantiales de amor y misericordia se prolonguen en estos tiempos.

Hoy mi Corazón es lacerado, escupido y pisoteado por todas las ideologías que buscan desfigurar la identidad del ser humano, ciertamente la humanidad con estos actos continuos de sacrilegios, donde se esparcen errores que buscan corromper a las almas, golpea y ofende mi Corazón que no hace otra cosa que amar.

¡Oh pueblo mío!, continúas crucificando a tu Salvador, continúas echándome a los verdugos, Yo te he dado mi Corazón que está lleno de amor y misericordia, pero en cambio de ti, solo he recibido ingratitud y desprecio. 

Son de gran consuelo las almas que me buscan de todo corazón, pues son ungüento que sana todas las heridas causadas por la rebeldía de algunos. 

Les invito a que consuelen y reparen este Corazón que tanto les ama, trabajen arduamente por todo el rebaño de mi corazón, propaguen mi eterna juventud.

Yo estoy con ustedes, les defenderé de los ataques del maligno enemigo, el mal será erradicado totalmente de la tierra, entonces los que permanecieron fieles a Mí y me buscaron de todo corazón contemplarán mi reinado. 

Anuncien mis palabras y llamen continuamente a la conversión, Yo busco a cada uno de los que mi Padre me ha confiado, busco a las almas tal cual son, mi amor transformará todas aquellas cosas que les roba la felicidad verdadera. 

Quiero que sean santos, solo déjense amar, recuerden que he venido en busca de todos los que están enfermos para darles la salud. 

Les bendigo en el nombre del Padre, del Hijo que soy y del Espíritu Santo. Amén.