Pequeños míos, el camino de seguimiento a Jesús es un camino hermoso pero también es un camino doloroso y glorioso de cruz, pues todo el que quiera seguir a mi Hijo, debe tomar su cruz y seguirlo sin reserva alguna.

En estos tiempos hijos míos, el mundo ha olvidado la espiritualidad de la Cruz y eso causa mucho dolor a mi Corazón, pues este signo glorioso encierra el mensaje de la redención, Jesús murió en la Cruz y resucitó al tercer día. Desde la Cruz del calvario abrazó a la humanidad entera con el Corazón inflamado de amor, por eso pequeños, la Cruz de Jesús se ha convertido en signo y sacramental hermoso de bendición para todos, en la madera de la Cruz corrió sangre y agua brotada de su costado, por eso la Cruz es también signo visible de la misericordia de Dios, en la Cruz está Cristo Victorioso restaurando la comunión entre el Padre y sus hijos, comunión que había sido quebrantada por el pecado original.

El Corazón de mi Hijo dilatado de amor ha sanado y liberado a toda la humanidad. Los cubro con mi manto maternal y les bendigo con mi bendición maternal, amorosa y protectora en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.