Amados hijos, tomen con gran convicción la senda de la conversión para que sus vidas se configuren con el Corazón de Jesús, pidan al Santo y Divino Espíritu que les conceda las gracias que necesitan para perseverar.

Continuamente les invito a tener esperanza, a que eleven sus almas al Cielo por medio de la oración, para que puedan ejercitarse en la santidad.

Cuando se sientan desanimados y sin fuerzas para continuar, quiero que tengan en cuenta que aquí estoy para ayudarles en todo, mi Corazón Maternal siempre está dispuesto a socorrer a todos mis hijos sin excepción, con dedicación ejerzo mi vocación maternal, porque deseo ardientemente conducirles a Dios.

Es tiempo de que abandonen la dureza de corazón y se pongan en camino, no dejen para otro día la conversión, arrepiéntanse y busquen a Dios con un corazón arrepentido.

Dios Padre que es inmensamente amoroso y misericordioso jamás desprecia un corazón arrepentido.

Tengan ánimo mis pequeños, nunca les abandono, todos tienen lugar en mi Inmaculado Corazón, yo estoy en medio de ustedes bajo el título de Maria Santuario de Esperanza, así deseo que me den a conocer.

Los amo. Reciban mi bendición maternal, amorosa y protectora en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.