Mensaje de María Santuario de Esperanza
- 27 de Noviembre de 2020
Amados hijos, mi Corazón Inmaculado rebosa de gozo cuando les veo preparándose espiritualmente para recibir al Divino Redentor en sus corazones.
Vengo a ustedes fruto de la gran misericordia de Dios, para fortalecerles y animarlos en el caminar. Les invito a vivir el gran gozo que experimenté, cuando se encarnó mi muy amado Jesús en mi vientre, por obra y gracia del Espíritu Santo.
Mis niños, aunque experimenten contrariedades en la vida sepan que les acompaño y nunca les abandono, estoy muy cerca de cada uno de mis hijos y deseo que todos vivan sumergidos en la gracia que solo Dios da.
Sepan mis pequeños, que en estos tiempos de gran dificultad, sólo podrán perseverar si permanecen en mi Divino Hijo.
Recuerden que sin Jesús nada pueden hacer, cuando sientan que los momentos difíciles les abruman tengan en cuenta que Dios les ama mucho y que las dificultades les ayudarán a crecer y a ser fuertes en el Señor. Es tiempo de que se abran a la esperanza y sean portadores de la esperanza.
Sepan que hay tanto por hacer en la viña del Señor, Dios les llama para que sean evangelio vivo para los más necesitados.
Vivan con alegría y no teman, esta alegría que les llamo a vivir es la alegría que solo Dios puede dar a quienes permanecen en Él. No piensen que serán indiferentes, más bien, al ver todo desde el corazón de Dios podrán ver más allá de la dificultad y podrán así tener paz en medio de la tormenta y ante los más necesitados tendrán los mismos sentimientos de Jesús y así podrán donarse a sus hermanos desde el Corazón de Jesús.
Hoy muchos saben del amor de Dios pero pocos están convencidos de este amor incondicional, hay almas que se han olvidado del amor de Dios que es eterno, lo saben solo de palabras pero han olvidado que este gran amor no es solo de palabras, sino más bien de hechos concretos.
Refúgiense en mi Inmaculado Corazón que es escuela de santidad, mi Corazón Maternal es el oasis para todas las almas, especialmente en los tiempos de gran tribulación.
¡Recuerden mis pequeños que deben orar, orar constantemente y no teman, mi Corazón Inmaculado triunfará y también triunfarán todos los hijos de Dios.
¡Estoy con ustedes y nunca les abandono, como Madre les defiendo de todo mal!.
Les bendigo con mi bendición maternal, amorosa y protectora en el Nombre del Padre, de Hijo y del Espíritu Santo. Amén.