Mensaje de Jesús Eternamente Joven
- 26 de Diciembre de 2019
Pequeñas ovejas de mi rebaño, contemplen el amor tan grande de Dios Padre, unido al misterio de mi nacimiento. He venido al mundo para dar vida, he venido para rescatar lo que se había perdido, contémplenme en el pesebre de Belén en los brazos de mi Madre Santísima la siempre Virgen María y bajo el abrazo y custodia de mi padre el Glorioso José.
Me hago pequeño para alcanzar a los pequeños, para que todo el que me contemple se conmueva con mi amor tierno y misericordioso, he nacido en la sencillez de un establo y he sido envuelto en pañales por mi Madre Amadísima, porque he querido que vean mi cercanía y así puedan contemplar mi Corazón manso y humilde.
La tierra entera se llena de luz por mi venida, lo que fue anunciado y prometido desde antiguo se ha cumplido y he aquí que he venido a redimir al género humano, a dar vida y vida en abundancia, el pueblo que caminaba en oscuridad ahora camina en la luz.
Mi muy amado rebaño, abran las puertas de sus corazones de par en par, Yo quiero nacer en sus corazones, quiero nacer allí en medio de sus flaquezas y debilidades, en medio de sus pecados y miserias, allí quiero nacer y darles vida en abundancia, mi Corazon se conmueve de sus miserias y con mi amor quiero transformar sus vidas para que puedan configurarse con mi Corazón que es eternamente joven. No se avergüencen si el establo de sus corazones no es el más óptimo, les invito a que con un sincero acto de humildad y con gran deseo de agradarme en todo, pidan a mi Madre Santísima y a mi padre el Glorioso José que les ayuden a recibirme, anhelo nacer en su nada y en sus miserias para así inundarlos con mi amor y misericordia.
Rebaño mío, no pongan resistencia, pues nada les impide recibirme, ¿de qué les sirve vivir con el corazón de piedra desgastando sus vidas con las cosas pasajeras de este mundo?, ¿de qué vale poner la esperanza en la vaciedad?, escúcheme aquellos que viven con indiferencia mi nacimiento, ¿de qué les vale ganar el mundo entero cuando pierden la vida?, no pierdan tiempo atesorando riquezas en la tierra cuando las verdaderas riquezas que deben atesorar son las del Cielo, recuerden que la vida no termina acá en este mundo, emprendan la carrera de la fe para alcanzar el galardón en el Cielo, abran sus ojos y no sean presa del enemigo, renuncien al pecado porque el pecado les roba la verdadera felicidad y los lleva a la condenación eterna.
Abran las puertas, entiendan que los amo con amor eterno!.
Dejen ya de perder el tiempo!.
Les tengo grabado en mi Sagrado Corazón Eternamente Joven y les bendigo en el nombre del Padre, del Hijo que soy y del Espíritu Santo. Amén.