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Cuadro María Santuario de Esperanza

Mensaje de María Santuario de Esperanza

Queridos hijos, mi Corazón Maternal derrama caudalosos manantiales de bendiciones. 

Me complace mucho acompañarlos en cada momento, hoy los invito a caminar sin temor, descansen confiadamente en Dios, miren que aquelllos que colocan su confianza en el Señor jamás se verán defraudados.

Ustedes mis pequeñitos necesitan crecer en la esperanza, la esperanza, que como don precioso viene de Dios. Ciertamente las dificultades y contrariedades de la vida arrecian y en algún momento creerán que sucumbirán ante las tempestades, pero sepan mis niños que si fijan su mirada en el Corazón de mi Hijo podrán ver grandes milagros y todos sus esfuerzos y sacrificios serán recompensados.

Mis niños, oren con el corazón para que puedan disipar las tinieblas, es tiempo, levántense y den testimonio del amor y la misericordia de Dios. 

El mundo necesita de almas que sean fieles al Señor y que puedan encender la fe en aquellos que por el pecado se han apagado, miren que hay mucho por hacer en la viña de mi Hijo y que Él los llama para que puedan ser pescadores de hombres. 

Muchos de mis hijos caminan cabizbajos, sin alegría, sin esperanza, por eso vengo a mostrarles el Corazón de mi Hijo que es oasis en el desierto y calor en las horas de frío. 

Sepan mis pequeños, que estos tiempos de gran purificación son de gran bendición, es tiempo de conversión, es tiempo de gracia, sólo podrán permanecer firmes si oran, ayunan y se alimentan con los sacramentos y la palabra de Dios. Si todos unidos oran, muchos males en el mundo terminarán, porque el Padre jamás abandona a su pueblo que clama con humildad y con un corazón contrito. 

Desde mi Corazón Maternal los formaré y los conduciré a mi Divino Hijo, siempre estoy atenta a sus oraciones y como Madre trabajo incansablemente por ustedes. Hoy los abrazo y beso sus frentes y desde lo más profundo de mi Maternal Corazón les digo que los amo y que estoy aquí para que nunca se sientan solos, me intereso por cada uno de mis hijos y siento gran gozo cuando los veo esforzarse por ser buenos. 

La Santísima Trinidad en su Santa Voluntad me envía a ustedes, soy María Santuario de Esperanza, Madre de Dios y Madre de todos ustedes. 

Los bendigo con mi bendición maternal, amorosa y protectora en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.