Mensaje de María Santuario de Esperanza
- 24 de Mayo de 2019
Queridos hijos, los invito de forma especial para que sus vidas sean un verdadero canto de esperanza, no desfallezcan ante las dificultades y contrariedades de la vida, sean roca firme para que cimentados en mi Hijo Jesús, puedan con valentía superar los momentos difíciles con profunda confianza en el Señor.
Ofrezcan sus alegrías y sus tristezas, tomen con profundo gozo la cruz de cada día, verán cómo viviendo en unidad con el Señor podrán ser renovados en el amor y la misericordia de Dios.
Hijitos, todos los hijos de Dios están llamados a ser un canto vivo de esperanza ante esta humanidad vacilante y doliente, están llamados a ser portadores de la esperanza para ayudar a levantarse a todos aquellos que viven sujetos a una esperanza fatigada y apagada producto de vivir lejos de Dios.
¡Oh hijos míos!, déjense transformar por el amor y la misericordia de Dios y verán cómo las cosas serán nuevas, sus vidas serán colmadas con la verdadera esperanza, fruto del Padre. La esperanza que ofrece el mundo es una esperanza pasajera, es una esperanza temporal, es una falsa esperanza, en cambio la verdadera esperanza procede de Dios y esta no caduca, sino que se actualiza cada día, se renueva cada mañana.
La Santísima Trinidad en su infinito Amor me envía a ustedes bajo este hermoso estandarte como Santuario de Esperanza, vengo a acompañarles en el caminar, a prepararlos para los últimos tiempos, para fortalecerlos en la tempestad y para enseñarles a corresponder al amor de Dios. Así que mucho ánimo hijitos, cómo lo dije en Fátima mi Inmaculado Corazón triunfará, la victoria será para los que permanezcan en Dios con humildad de corazón, como Santuario de Esperanza, Dios ha querido que prepare el camino que dará lugar al Reinado Eucarístico del Sagrado Corazón de mi Hijo Eternamente Joven.
El triunfo de mi Corazón Inmaculado prepara a mis hijos para vencer al mal y a todas las herejías, las conciencias serán iluminadas, las almas fieles junto a la Madre de Cielo caminarán siendo un canto glorioso de esperanza para cantar y alabar el Reino y los atributos del Sagrado Corazón de Jesús.
Los amo mucho mis pequeños. Les doy mi bendición maternal, amorosa y protectora en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.