Amado Rebaño, mi corazón rebosa de gozo al contemplar a las almas que confían en Mí, eso me complace mucho.

Les invito a caminar en las sendas de la confianza, porque dichosos serán los que habiten en mi Corazón abandonados en mi Divina Voluntad, las almas que descansan en Mí, serán recompensadas con innumerables gracias, en cambio las almas que me buscan con desconfianza, golpean y hieren mi Corazón y se privan de todas las gracias que quiero derramar en sus vidas.

Mi Amor y Misericordia no violenta, en cambio espera pacientemente sin variar hasta que los corazones cerrados me abran las puertas, ¡Oh cuánto deseo hacer morada en el corazón de todo el rebaño que me ha confiado el Padre!, es por eso amados de mi Corazón Eucarístico, que les invito constantemente a dar testimonio y dar ánimo a sus hermanos.

Los que confían en Mí brillan como el sol al amanecer y el resplandor de sus rayos ilumina a las almas que vagan por el mundo oscurecidas sin esperanza, es por eso mis muy amados lo importante que es, beber de las fuentes de mi Corazón con abandono total, solo así podrán dar testimonio de mis palabras y ser pescadores de hombres.

Deseo llenar el vacío del corazón de las almas con mi Amor y Misericordia, el mundo ofrece mentiras y felicidades pasajeras, por eso muchos vagan sin un norte claro en sus vidas, mi Sagrado Corazón Eternamente Joven está deseoso de darse a la humanidad sin reservas, las gracias que está confinadas en mi Corazón están deseosas de darse como manantial de vida para dar sentido a los corazones confundidos.

Cuando supliquen por los méritos de mi Eterna Juventud háganlo con confianza y abandono, y si no saben cómo orar así, pídanme ayuda y Yo con gran gozo les enseñaré a orar con el corazón. 

Te amo rebaño mío.

Les bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo que soy y del Espíritu Santo. Amén.