Mensaje de María Santuario de Esperanza
- 21 de Septiembre de 2011
Queridos hijos cuánto los amo, nuevamente los visito para acompañarlos en sus luchas y en sus sacrificios, Dios quiere que todas las almas lleguen al conocimiento de la verdad y se conviertan.
Es mi deseo hijos, que ofrezcan a Dios sus ofrendas que son las buenas obras. Dios los ama tanto que ha enviado a su único Hijo, para la salvación del mundo entero, ustedes están llamados a conformar el ejército victorioso de mi Inmaculado Corazón, para anunciar la Buena Nueva de Salvación a los hombres en cada rincón de la tierra.
Sean generosos pequeños, sirvan a Dios con alegría y no tengan miedo por las contrariedades de la vida, todo aquel que se afianza en Jesús mi Hijo, está seguro, sus cimientos no se moverán puesto que ha confiado en la roca eterna de su salvación.
Sean buenos mis niños, Jesús quiere que sean buenos, por eso me envía como su Madre para enseñarles el camino que conduce a Él. Tengan esperanza, miren que la esperanza misma es Jesús y no los defraudará.
Dios ha querido que todos sus hijos y mis hijos, para estos tiempos me veneren de forma especial bajo el título de María Santuario de Esperanza. Los invito a que se conformen aún más los grupos de oración (Fraternidad Misionera de Jesús y María) alrededor del mundo entero. Todos aquellos que me imploren bajo este estandarte, recibirán de forma muy especial mis bendiciones maternales.
Recen el Santo Rosario por la conversión de los pecadores y por la paz del mundo, tal y como lo he anunciado en mi visita a Fátima. Ofrezcan sacrificios por los pecadores y sufragios por las almas del purgatorio. !Alégrense!, pues Dios está con ustedes y los ama.
Reciban pequeños míos, mi bendición maternal, amorosa y protectora, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.