Mensaje de María Santuario de Esperanza
- 21 de Marzo de 2012
Los saludo y bendigo hijitos. Hijitos, gracias por atender a mi llamado maternal cada mes, donde les imparto mi mensaje maternal, quiero que tengan en cuenta que los acompaño cada día en sus alegrías, luchas y penas, no están solos, pues cuentan con mi maternal cobijo.
En estos tiempos hijitos los invito a que renueven su fe, que es la fe de la Iglosia y que ha sido transmitida de generación en generación. La fe hijitos, es una virtud hermosa que enciende, anima y fortalece al alma, la fe los acerca cada día más a Dios, vivan y prediquen la fe que han recibido desde el bautismo.
Hijitos el mundo vive cada vez más alejado de Dios, el desorden, la división y la falta de fe ataca en sobremanera a las almas, por eso los invito a que se mantengan firmes y arraigados en la fe y en sus vidas de oración.
Evangelicen a los pueblos y naciones de la tierra, prediquen la Buena Nueva de Salvación a todas las comunidades, para que muchos hijos vuelvan al camino del bien. El camino de Dios es el camino de la paz y del encuentro, por eso llamo a las naciones a vivir en paz, la paz que solo Dios puede darles, lleven en sus vidas la luz de Cristo, para iluminar a los corazones que viven en tinieblas.
¡Oh hijos!, atiendan a mi llamado maternal, sean promotores de la vida, pues la cultura de la muerte se está anidando cada vez más en el corazón de la humanidad. Sean Evangelio vivo para todos sus hermanos, para que así todos aquellos que caminan por la vida sin norte y sin sentido puedan volver a Jesús mi Hijo, que es camino, verdad y vida.
Acompañen cada día con sus oraciones al Santo Padre y a la Iglesia entera. Oren para que la Santa Iglesia sea continuamente protegida de toda la persecución que el enemigo del alma mueve en contra de ella (la Santa Iglesia).
Muy especialmente les pido hijitos, que oren todos los veinticinco de cada mes por la Iglesia, por el Santo Padre, por los cardenales, obispos y sacerdotes, por todas las vocaciones sacerdotales, religiosas y de servicio.
Que esta Jornada hijitos sea dirigida mediante el rezo del Santo Rosario. Oren por la Iglesia y por sus ministros, para que cada día sea fortalecida por la unción del Divino Espíritu, para que cada día continúen con ánimo llevando la Buena Nueva de Salvación. Oren para que los enemigos de la Iglesia sean vencidos. Oren por el ministerio del Santo Padre y por sus intenciones.
Les aseguro hijitos que sus oraciones son y serán escuchadas ante el trono del Altísimo y serán respondidas según su Divina y Santa Voluntad.
No cesen de orar hijitos, oren, oren con el corazón, oren en familia, en comunidad y de forma personal. Cultiven en sus almas la vida de oración. Muchas bendiciones y gracias son derramadas sobre todos mis hijos que continuamente me invocan con amor y confianza bajo el estandarte de María Santuario de Esperanza.
Continúen con ánimo respondiendo a mi llamado maternal y sigan a Jesús de todo corazón, pues Él los ama mucho y desea la salvación de todas las almas, pidan y se les dará.
Les bendigo con mi bendición, maternal, amorosa y protectora, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.