Mensaje de María Santuario de Esperanza
- 21 de Julio de 2012
Queridos y muy amados hijos les bendigo y los acompaño en sus luchas. Pequeños de mi corazón, en estos tiempos hago un llamado a que conformen un ejército vivo que lleve en sus almas el estandarte de mi Inmaculado Corazón.
Invito a todos ustedes a llevar la Buena Nueva de Salvación. Jesús desea que se continúe fortaleciendo la nueva evangelización en todos los pueblos y naciones de la tierra. Hablen al mundo sin desfallecer del amor misericordioso de mi Hijo, Él tiene los brazos abiertos para recibir al pecador, para que este se convierta de corazón y camine en la hermosa senda de la santidad, por eso es necesario que prediquen la Buena Nueva de Salvación con perseverancia.
Muchas almas serán iluminadas con la luz del Divino Espíritu y esto dará muchos frutos de encuentro personal con Jesús mi Hijo, pues Él se adentra en lo más profundo del corazón del hombre y lo libera de las distintas cosas que lo atan y no le dejan ser feliz.
Cuando un alma abre la puerta de su corazón a Jesús, esta alma será colmada del Amor Santo y Divino, no querrá más el apego terrenal, más bien querrá vivir en la vida virtuosa que engendra santidad.
Se habla muy poco en estos tiempos del llamado que Dios les hace a la santidad, muchos hijitos ignoran esta invitación, otros lo hallan como un imposible o incluso como algo caduco. La santidad, pequeños, se alcanza siguiendo a Jesús y haciendo vida el Evangelio, una vez que el alma se encamina en esto la Gracia Divina fortalece y agracia al alma para que esta continúe perseverando en el camino de la perfección, pues cuando un alma persevera en este hermoso camino, poco a poco se irá desprendiendo de toda vanidad, placer, materialismo y pecado, es un dejarse llevar y guiar por Dios siendo hijos buenos y agradecidos. Sean santos pequeños, como el Padre Celestial Santo es.
Les bendigo con mi bendición maternal, amorosa y protectora, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.