Mensaje de María Santuario de Esperanza
- 20 de Diciembre de 2019
Amados hijos, les invito a que sus corazones se llenen de profundo gozo, en este tiempo glorioso donde se contempla de forma muy especial a mi Jesús Niño, que se ha encarnado por amor a todas las almas.
Jesús es el verdadero centro de la Navidad, es la razón de ser de este hermoso tiempo, les invito a que vengan a adorar a Jesús siguiendo el ejemplo de los humildes pastores que atendieron con prontitud al anuncio del Nacimiento del Redentor.
Preparen sus corazones para que puedan recibir a Jesús Niño como es debido, renuncien a todo aquello que les aparta de Dios y manténganse vigilantes con la lámpara de la fe encendida, no pierdan el norte y la razón de ser de este tiempo de gracia.
Con mucho dolor veo a algunos hijos entretenidos en las cosas pasajeras y temporales de este mundo, viviendo en el vacío y dejándose arrastrar por cosas que no son esenciales en la vida, Jesús es la razón primordial del cristiano, Jesús es el centro y la razón de la Navidad, de nada valen las luces y los ornamentos con que se decoran los lugares cuando el corazón está en completo desorden, muy lejos de Dios, el mundo ha hecho de este tiempo un tiempo material y consumista alejándoles totalmente del verdadero sentido.
Hoy el glorioso San José y Yo buscamos posadas en los corazones para que mi Pequeño Bebé sea recibido, pero hay corazones tan duros y egoístas, que con desprecios rechazan al sumo bien.
Contemplen las lágrimas de José y mis lágrimas, al ver que hay almas que le dan la espalda al Pequeño Niño Jesús, hoy más que nunca mi Pequeño Bebé yace abandonado y es herido por la ingratitud de los hombres.
Hijitos, les suplico vuelvan al Divino Redentor, consolemos y reparemos su amoroso y misericordioso Corazón, hijitos ofrezcan a mi Bebé Jesús el buen olor de las buenas obras y el deseo ardiente de agradarle en todo, cuando le contemplen en el pesebre díganle que lo aman, díganle que desean que Él venga a tomar su lugar en sus corazones y verán cómo el Buen Jesús hará morada en sus vidas.
No se dejen engañar por el enemigo, él ha introducido la frialdad en el mundo, pervirtiendo los corazones del género humano, queriendo arrastrar así a muchas almas a la perdición, no se dejen seducir por sus mentiras, no hagan caso a sus distracciones.
Hijitos celebren este tiempo en la alegría de los Hijos de Dios, teniendo como único centro a Jesús, esfuércense por darle la mejor ofrenda que es la enmienda de sus vidas, muriendo a todo lo terrenal y naciendo a la vida nueva en Jesús el Señor.
Les doy mis pequeños esta oración, para que la reciten con fe y esperanza delante del pesebre de Belén:
«Amado Jesús Niño que hermoso eres, mi dulce esperanza, mi eterna alegría, ven a reinar en mi vida, ven y haz morada en el pesebre de mi corazón, ayúdame a entender que Tu eres las razón de mi vida y que contigo lo tengo todo, solo Tu bastas.
Ayúdame a despojarme de todo lo que me aparta de Ti y que no me permite avanzar, que tu Santa y Gloriosa Infancia mueva lo más profundo de mis entrañas, para así caminar constantemente por la senda de la conversión.
Te amo Jesús, te amo Jesús, te amo Jesús. Amén».
Les bendigo mis pequeños con mi bendición maternal, amorosa y protectora en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.