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Cuadro María Santuario de Esperanza

Mensaje de María Santuario de Esperanza

Les saludo pequeños hijos de mi Corazón Inmaculado, deseo tanto que sean buenos y que busquen a Dios en todo momento, apártense de todo lo que desagrada a Dios y practiquen las virtudes esforzándose cada día y perseveren con actitud confiada de niños para que con el Espíritu Santo caminen sin temor y con mucha esperanza.

Ustedes por si solos no pueden hacer nada mis pequeños, todo háganlo unidos a Jesús y hagan vida el Santo Evangelio, porque Jesús es el amor y la misericordia misma, que se da por completo a todos sin reservarse nada.

Desde esta vivencia del amor y la misericordia que brota del Corazón de mi Hijo, ustedes podrán darse al prójimo tal como Jesús lo hace, una vez que experimenten en sus vidas el amor y la misericordia de Dios, deben compartirlo con sus hermanos, porque la fe sin obras es una fe muerta.

Aquí vengo a formarlos mis pequeños botones de rosas, me da alegría cuando mis hijos acogen con humildad mis palabras y se dejan orientar, pero aún hay muchos hijos que tienen el corazón endurecido y rechazan con sus actos las gracias que quiero derramar en sus vidas, este es el motivo de muchas lágrimas que derramo. 

Deseo que todos mis hijos vayan al Cielo y no se pierdan, pero hoy muchos se condenan porque no quieren aceptar a Dios, que continuamente está tocando a las puertas de sus corazones. 

Que dolor hijos míos, que dolor, miren que se peca contra el Espíritu Santo cuando se niegan rotundamente a la Salvación que mi Divino Hijo alcanzó con su Sacrificio en la Cruz, un alma que no le abre las puertas de su corazón a Jesús el Señor, se cierra totalmente a la gracia, recuerden y no olviden que Jesús está tocando las puertas de sus corazones en cada momento; incluso en los últimos momentos del tránsito, al finalizar el paso por este mundo, pero aún hasta en ese último momento decisivo hay almas que se cierran, no se enmiendan, no se convierten, no aceptan la salvación y por tanto se pierden en el abismo del llanto y del rechinar de dientes.

Hijos, ustedes han sido llamados a la Santidad como vocación primordial, que la resurrección de mi hijo les fortalezca y los anime para no desmayar ante las dificultades y las contrariedades de la vida, vean todo el amor que Dios les ha manifestado en Jesús y no se cierren a su gracia.

Yo, la siempre Virgen María Santuario de Esperanza, les acompaño en todo momento y les enseño a tener los mismos sentimientos de mi Divino Hijo.

Oren, oren mucho unidos a mi Corazón Inmaculado y recen con amor y confianza el Santo Rosario, prometo mis muy amados que quién rece diariamente el Santo Rosario con amor y piedad, obtendrá la victoria ante los enemigos del alma, porque el Santo Rosario les conecta directamente a Mí, e intercedo constantemente ante la Santísima Trinidad por todas sus necesidades y como Madre de todos les comunico las gracias y los auxilios que vienen de Dios.

Mis pequeños, recuerden siempre que les acompaño y que no les dejo solos, ustedes habitan en mi Corazón, tengan confianza, no rechazo a ningunos de mis hijos, incluso los más alejados tienen lugar en mi Corazón. Alégrense con mi visita porque Dios me ha enviado para fortalecerles, para prepararles con el Triunfo de mi Inmaculado Corazón para hacer camino al Reinado de mi Divino Hijo.

Me conmueve mucho cuando me invocan bajo el título de María Santuario de Esperanza, valoren hijos míos mi presencia entre ustedes, tal como en Fátima y en Lourdes.

¡Mi Inmaculado Corazón Triunfará!.

Les bendigo con mi bendición maternal, amorosa y protectora en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.