Mis muy amados hijos los saludo. Pequeños en estos tiempos de gran dificultad y tribulación donde el hombre seducido por las tentaciones del mundo, el demonio y la carne, pretende vivir de espaldas a Dios, apartándose de lo que es correcto y agradable al Señor, invito de forma más insistente a todas las almas a refugiarse en el Sagrado Corazón de mi Hijo Amado y en mi Maternal e Inmaculado Corazón, para hacer frente al mal en todas sus formas y manifestaciones.

Mi visita entre ustedes como María Santuario de Esperanza, es un tiempo de gracia y de bendición, me tienen cerca de forma muy especial porque así lo ha querido Dios, para mi es de gran gozo cumplir su Santa Voluntad y así poder estar muy cerca de mis hijos para conducirlos al Cielo.

Deseo mis pequeños que vivan con profundidad y perseverancia mis mensajes y sean siempre agradecidos a Dios por todo lo que provee para el bien de todos sus hijos.

Las almas pequeñas, humildes y agradecidas siempre están dispuestas y atentas a vivir en la Voluntad de Dios, son dóciles a la escucha del Divino Maestro, perseveren pues en este llamado y no tengan miedo, pues les cobijo con mi manto materno, invóquenme con suma confianza bajo este poderoso estandarte, los tiempos están dados, Dios viene a purificar a su pueblo, al fin mi Inmaculado Corazón Triunfará.

No dejen de orar con el corazón, porque la oración es el oxigeno del alma, oren, oren mucho con sencillez y unidos en el Señor, hablen con el Padre Dios de corazón a Corazón y déjense amar, el amor de Dios transforma el corazón del hombre haciéndolo verdaderamente feliz.

Les doy mi bendición maternal, amorosa y protectora en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.