Mensaje de Jesús Eternamente Joven
- 12 de Febrero de 2020
Amados, mi Corazón arde de amor por cada uno de ustedes, les contemplo con amor y misericordia, Yo soy el mismo ayer, hoy y siempre y mis brazos están abiertos para recibirlos y estrecharlos en mi Corazón.
Vengan, descansen en este Corazón que les ama, los espero pacientemente pues mi amor no excluye a nadie, el fuego de mi amor los transforma y les ayuda a ser verdaderamente feliz. Que el pecador mas empedernido venga a Mí con un corazón contrito y Yo le concederé mi gracia para que renuncie al pecado y viva plenamente en la dignidad de ser hijo del Padre.
Escuchen muy bien, me estoy dando continuamente a las almas que vienen con suma confianza ante mi presencia real en el Santísimo Sacramento, deseo que me hablen con suma confianza y dejen de ser fríos y distantes en sus oraciones, recuerden que soy el amigo que nunca falla y a pesar de sus infidelidades siempre permanezco fiel.
Recuerden que no vale solo con decir Señor, Señor, Yo miro el interior del Corazón y no me dejo llevar por las apariencias, pues de cierto les digo que habito en las almas humildes y sencillas, porque los soberbios, sabios y entendidos son tan duros que me echan fuera y viven esclavos de sus razonamientos sin sentidos.
Mis muy amados, no me amen de apariencia, ámenme con el corazón, si quieren conocerme más, lean y mediten mi Evangelio, pues muchos dicen conocerme, pero en realidad no me conocen y se crean una falsa y acomodada imagen de Mí, y hacen mucho daño a los pequeños y humildes de corazón, porque en vez de acercarlos a mi Corazón, ocasionan que la relación entre ellos y Yo se base en el miedo, ¡no, no y no!.
Ya les he dicho que quién me ve a Mí, ve al Padre, Yo soy amor y misericordia y por mi amor y misericordia transformo tus miserias. ¡Si, también soy justo!, pero recuerden que a mi justicia le precede mi amor y misericordia, por eso mi justicia no es como la torcida justicia de los hombres, que condena y castiga al inocente.
Mi amado rebaño, no acartonen tanto mi amor, no coloquen pesos en las espaldas de sus hermanos que ustedes mismos no pueden cargar, muestren mi Rostro Misericordioso a las almas y disfruten de mi amor que lo transforma todo, dando vida y vida en abundancia, no pierdan el tiempo amados míos, déjense amar y amen a su prójimo desde mi Corazón.
Vengan confiadamente y clamen por los méritos de mi Eterna Juventud, contemplen mi Sagrada Imagen y allí podrán entender por mi gracia el amor tan grande que les expresé y les continúo expresando con mi Sacrificio en la Cruz, contemplen las heridas de mis manos y mis pies, todo es por amor y misericordia.
No vivan como esclavos en el pecado, vivan en la libertad y dignidad que el El Padre da a sus hijos, vivan en mi Corazón, anhelen mi Reino, he aquí que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo vendremos a sus corazones y haremos morada.
Pidan continuamente a mi Madre y Madre de ustedes, María Santuario de Esperanza, que les enseñe a tener un corazón según mi Corazón.
Les bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo que soy y del Espíritu Santo. Amén.