Mensaje de Jesús Eternamente Joven
- 11 de Noviembre de 2018
Mi muy amado Apóstol de la Misericordia escucha atentamente. La tribulación es el tiempo de purificación. Triunfará el Corazón Inmaculado de la Bienaventurada siempre Virgen María, destruyendo todas las herejías y las abominaciones que se han cernido sobre el mundo, seguidamente tendrá lugar la iluminación de las conciencias, donde el Espíritu Santo por medio del Corazón Inmaculado de mi Madre, quitará el corazón de piedra y dará un corazón de carne. Ver Ez 11,19-20.
“Yo les daré otro corazón y pondré dentro de ellos un espíritu nuevo: arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, a fin de que sigan mis preceptos y observen mis leyes, poniéndolas en práctica. Así ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios” (Ez 11,19-20).
Y las personas que sean dóciles a esa acción renovadora y abran el corazón, serán constituidos en el nuevo linaje de María mi Madre y Madre de ustedes.
He aquí, que el triunfo del Corazón Inmaculado de mi Madre prepara mi segunda venida y el Reinado de mi Corazón Eucarístico Eternamente Joven. Ver Hb 13,8 y Rm 6,9.
“Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y lo será para siempre. (Hb 13,8); Sabemos que Cristo, después de resucitar, no muere más, porque la muerte ya no tiene poder sobre él” (Rm 6,9).
Con la Parusia, mi segunda venida que será en Gloria, concluirá el tiempo de tribulación. El Reino de mi Corazón Eucarístico Eternamente Joven en la tierra, traerá un tiempo de paz y sucederá todo cuanto está escrito. Ver 1 Co 15, 24-28.
“En seguida vendrá el fin, cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el Padre, después de haber aniquilado todo Principado, Dominio y Poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo de sus pies. El último enemigo que será vencido es la muerte, ya que Dios todo lo sometió bajo sus pies. Pero cuando él diga: «Todo está sometido», será evidentemente a excepción de aquel que le ha sometido todas las cosas. Y cuando el universo entero le sea sometido, el mismo Hijo se someterá también a aquel que le sometió todas las cosas, a fin de que Dios sea todo en todos“ (1 Co 15, 24-28).
La Naturaleza humana y la creación serán renovadas. Entonces Dios Padre será todo en todos. Ten esto en cuenta, grábalo en tu mente y en tu corazón.
Te bendigo en el nombre del Padre, del Hijo que soy y del Espíritu Santo. Amén.