Amado rebaño, pequeñas ovejas de mi Corazón, estoy con ustedes en todo momento, les guio por el sendero de mi Amor y Misericordia.

Mi Sagrado Corazón traspasado en la Cruz del Calvario se abrió de par en par para recibir a todas las almas, no deseo la muerte del pecador, más bien deseo que este se convierta y viva. 

Como ya he dicho, he venido a buscar a la oveja perdida, a las que están enfermas y agobiadas, he venido a sanar lo corazones y a levantar al caído, mi Amor y Misericordia no excluye a nadie, se da por completo a los que vienen a Mí con suma confianza.

Por tanto los invito a anunciar la Buena Nueva a los corazones que aún permanecen endurecidos, a ser testimonios de mi Amor para sus hermanos, a que compartan el pan con el hambriento y ayuden a vestir al desnudo.

La caridad, mis muy amados, no se limita, la caridad es siempre oportuna para hacer el bien, la caridad se expresa en las obras de misericordia, la caridad no solo se ejercita por obras materiales, se ejercita también por medio de la palabra amable, el consejo, la oración y en el amor fraterno, la caridad debe ser vivida ampliamente pero no desde el amor propio, si no más bien desde mi Sagrado Corazón. 

Amen y sirvan desde mi Corazón, en la medida que lo vivan así, Yo iré trasformando sus corazones para que vayan adquiriendo mis mismos sentimientos.

Hay tantas almas que tienen sed de mis palabras, denles de beber, Yo estoy en el pequeño, en el débil, en el necesitado, todo lo que hagan con sus hermanos lo hacen conmigo.

Abran sus corazones, nútranse de mis palabras, aliméntense de mi Cuerpo Eucarístico, oren con mucha confianza, siempre escucho la oración de aquel que me busca de corazón.

De cierto les digo que quién viene a Mi con suma confianza y bebe de las fuentes que brotan de mi Corazón, Yo le custodiaré dentro de mi Sagrado Corazón, no deberán temer a nada ni a nadie, porque Yo los cuidaré y defenderé, les libraré de todos sus enemigos visibles e invisibles. Satanás nunca podrá con las almas que se refugian en Mí.

Los amo mucho. Les bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo que soy y del Espíritu Santo. Amén.