Mensaje de María Santuario de Esperanza
- 04 de Junio de 2019
Queridos y amados hijos, deben acompañar con la oración al Santo Padre porque sus enemigos son muchos y buscan desacreditarlo a toda costa, el sucesor de Pedro tiene una gran misión y responsabilidad en estos tiempos tan difíciles y angustiosos de confirmar en la fe a la Santa Iglesia fundada por mi Hijo.
Los enemigos de la Iglesia movidos por satanás buscan golpear los cimientos de la Sagrada Tradición, otros tantos siendo ministros de Dios se han pasado a la fila de los enemigos de la Iglesia, esto golpea fuertemente mi Corazón de Madre.
Estos son tiempos de gran tribulación, el enemigo se ha levantado esparciendo su veneno, buscando una vez más un cisma en la legítima Iglesia de mi Hijo para herirla y dividirla.
Hijitos perseveren en la fe recibida y manténgase firmes, apoyen, apoyen mucho al Santo Padre, recuerden que la victoria es y será siempre de Dios, la Iglesia podrá ser perseguida, golpeada pero jamás será vencida, jamás será derrotada, la tribulación la purifica y fortalece.
Es tiempo mis pequeños que empuñen aún más fuerte el Santo Rosario con el corazón y sean luz en medio de este mundo herido por el pecado, les invito a suplicar la Sangre Redentora de mi Hijo, derramada en la Cruz del calvario para destruir y poner fin a los abominables errores que el enemigo pretende instaurar.
Hijitos tomen mis manos Maternales y como ejército fiel luchemos por el bien de todas las almas, pues les aseguro que mi Inmaculado Corazón triunfará destruyendo todas las herejías y todas las abominaciones.
Llamo a todos mis hijos a volver al amor primero, a volver a la piedad eucarística, a volver a las solemnes procesiones, a volver a saborear los tesoros con que mi Hijo ha adornado y embellecido a la Santa Iglesia. Quien permanezca al abrigo de mi Corazón resistirá a todos los ataques venideros y serán fortalecidos en la santa esperanza.
Pequeños no se sientan tristes, acá está la Madre de Dios y Madre de ustedes para conducirlos al Sagrado Corazón de mi Divino Hijo, manténganse firmes y promuevan la verdad, de cierto les digo mis pequeños, que el Triunfo de mi Inmaculado Corazón traerá a la humanidad un nuevo Pentecostés, estos son los tiempos en que la Santísima Trinidad, en su Santa Voluntad, ha dispuesto que por medio de mi Corazón venga el Espíritu Santo a renovar la faz de la tierra.
Recen así:
«Santísima Trinidad, Padre Hijo y Espíritu Santo bendice, de forma muy especial al mundo entero por medio del Inmaculado Corazón de María. En estos tiempos de gran dificultad, fortalece al Santo Padre, para que asistido por el Santo Espíritu pueda encender el fuego de la fe en las almas.
Bendice a la Santa Iglesia fundada por Nuestro señor Jesucristo y edificada sobre los Apóstoles, que los enemigos y los errores que se han levantado en contra de la fe recibida, sean vencidos y que satanás y sus secuaces sean precipitados a los abismos.
¡Oh Dios Trino!, envía al Arcángel Miguel para asistir a tus hijos y ayudarlos en la batalla.
Que la Sangre de los Mártires renueve la fe, la esperanza y la caridad en el mundo. Amén.»
Recen confiadamente esta oración ante Jesús Sacramentado.
Los amo mucho. Les doy mi bendición maternal, amorosa y protectora en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.