Los saludo pequeños hijos. Den gracias a Dios por todas las bendiciones que reciben, pues lo que ahora viven es un regalo de su infinita misericordia. 

Por su Divina Voluntad he sido enviada bajo el título de María Santuario de Esperanza, para animar a todos los pueblos y naciones de la tierra, llamando a fortalecer la virtud de la Esperanza. El enemigo del alma continúa lanzando los dardos incendiarios para desanimar a los hijos de Dios y así hacerles creer que no existe esperanza.

Hijos, Jesús es la Esperanza misma. No tengan miedo, vuelvan a Dios con un corazón arrepentido, estos tiempos que viven son los tiempos de la divina misericordia que ha brotado del costado abierto de Jesús, vengan con suma confianza, aprendan de mi Hijo que es manso y humilde de Corazón, Él es la Salvación de toda la humanidad. Conviértanse y crean en la Buena Noticia, busquen a Dios a tiempo y a destiempo.

Oren con el corazón pequeños míos. Les bendigo con mi bendición maternal, amorosa y protectora en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.